Desde pequeños nos afrontamos a
diferentes retos y desafÃos que la vida nos impone, algunos de los cuales
logramos salir con éxito y victoriosos, otros, en cambio, nos han hecho
experimentar el fracaso o la tristeza, dejando lecciones que marcan y forjan la
persona que somos hoy. Si miramos hacia atrás y hacemos una retrospectiva de
algún momento significativo que hayamos vivido, encontraremos un elemento común
en cada experiencia, y es el dolor. Esa percepción sensorial o sentimiento que
puede ser más o menos intenso dependiendo del estÃmulo que lo genere, crea un
malestar y una sensación desagradable a quién lo padece, pero al mismo tiempo,
es el combustible que nos impulsa a seguir.