El dolor es nuestro maestro
septiembre 10, 2019
Desde pequeños nos afrontamos a
diferentes retos y desafíos que la vida nos impone, algunos de los cuales
logramos salir con éxito y victoriosos, otros, en cambio, nos han hecho
experimentar el fracaso o la tristeza, dejando lecciones que marcan y forjan la
persona que somos hoy. Si miramos hacia atrás y hacemos una retrospectiva de
algún momento significativo que hayamos vivido, encontraremos un elemento común
en cada experiencia, y es el dolor. Esa percepción sensorial o sentimiento que
puede ser más o menos intenso dependiendo del estímulo que lo genere, crea un
malestar y una sensación desagradable a quién lo padece, pero al mismo tiempo,
es el combustible que nos impulsa a seguir.
Cuando experimentamos dolor existen
dos escenarios, el primero es negarse a aceptar la situación ocurrida y evitar
avanzar, y el segundo, es tomarlo como un impulso para seguir hacia adelante,
como un aprendizaje para seguir evolucionando. El dolor ocasiona sufrimiento, una
terrible sensación de la que siempre queremos escapar, pero a su vez provoca
que cuestionemos nuestra realidad y juzguemos los hechos, ya que entran en
juego diversas cuestiones como los miedos, los deseos y las exigencias de cada
ser vivo. El sufrimiento crea conciencia y permite el autoconocimiento de
nosotros como individuos y de nuestro entorno.
Westworld nos plantea a Maeve
como una mujer que va en la búsqueda de respuestas, mediante los recuerdos de
una vida pasada que vienen a su mente atormentándola, una vida donde había
sufrimiento y no podía escapar, estos recuerdos se presentan en sus sueños como
pesadillas. Al ser consciente de eso, logró despertarse en la vida real y cuestionar
su realidad, descubrir quién era. Este hecho le dio una fuerza y un impulso
para actuar por encima de su programación, en búsqueda de la libertad que
persigue mediante el conocimiento de su propia existencia y la del parque. Ver
el dolor y sufrimiento que padecen los otros anfitriones la hacen
sensibilizarse por ellos, sacando el instinto maternal que alguna vez estuvo
registrado en su memoria. Por otro lado, tenemos a Bernard, el dolor que le
causa el recuerdo de la pérdida de su hijo lo impulsa a querer mejorar a
Dolores, ver hasta dónde puede llegar su creación mediante el desarrollo de la
conciencia y el autoconocimiento.
El dolor es un elemento
psicológico, ya que existe solo en nuestra mente y no en la realidad, es una
reacción ante un hecho determinado, por eso cuando hemos fallado al intentar
alcanzar alguno de nuestros sueños o somos testigos de alguna injusticia, inmediatamente
comenzamos a pensar en cómo podemos mejorar esta vez para no fallar, o qué
cosas se pueden hacer para que no existan más injusticias. En este punto nuestra
conciencia se forja, se crean recuerdos que están anclados a nuestra memoria
porque fueron sucesos importantes que marcaron nuestra vida, nos ayudan a reflexionar
sobre quiénes somos y que queremos lograr. El sufrimiento luego de ser aceptado
se convierte en el combustible que nos impulsa a seguir hacia adelante, es el
maestro que nos enseña a descubrir lo que somos, generando inconscientemente
una sensación de libertad.
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